Metodología SAFe: escalabilidad, innovación y agilidad

Dentro del mundo de las metodologías ágiles, SAFe destaca como una de las opciones más interesantes si hay que trabajar con desarrollos de varios equipos de trabajo. 

Mientras que las opciones ágiles más clásicas solo tienen en cuenta equipos de trabajo individuales, con la metodología SAFe es posible escalar a varios equipos que se encarguen de un único producto, global y coordinado. 

En empresas como Serbatic en los que desarrollamos grandes proyectos para tipo de empresas, contar con una metodología ágil y escalable es fundamental a la hora de aportar innovación y entregar productos terminados en tiempo y forma. 

A lo largo de este artículo vamos a conocer más a fondo qué es SAFe, cuáles son sus principios y valores, cómo debe aplicarse y cómo conseguir la certificación, para poder trabajar con la misma. 

¿Qué es SAFe? 

SAFe son las siglas de Scaled Agile Framework, en español metodología de escalado ágil. Es decir, se trata de una metodología ágil centrada en escalar a varios equipos o, incluso, a toda la empresa, con todos los departamentos implicados y sincronizados para sacar un producto global y coordinado. 

No hablamos únicamente del desarrollo de producto a un nivel técnico, sino también de otros aspectos relacionados como pueden ser el marketing, las finanzas o la logística. Se trata de una manera de conseguir que el proyecto crezca y se desarrolle de forma global, evitando stoppers y cuellos de botella y optimizando cada pequeña parte que afectará al lanzamiento del producto. 

Basado en metodologías ágiles, en SAFE se tienen en cuenta los perfiles, artefactos y eventos de Scrum, aunque se incorporan nuevas opciones y se modifican otras. Aun así, la base es similar. 

Por ello, los equipos que han trabajado con Scrum tienen bastante facilidad para adaptarse a esta nueva metodología, considerándola, en cierta forma, una manera de mejorar los puntos débiles que presenta la metodología Scrum. 

Similitudes y diferencias entre SAFe y Scrum

La principal semejanza entre el marco de trabajo SAFe y la metodología Scrum es que ambas están basadas en el Manifiesto Agile. El enfoque está basado en el desarrollo ágil de software, con entrega incremental de productos, colaboración constante y adaptabilidad a los cambios. 

Además, ambas opciones utilizan iteraciones o sprints regulares en los que se entregan versiones utilizables y potencialmente entregables del producto. Sin embargo, es importante entender que SAFe no es una metodología, sino un marco de trabajo para aplicar metodologías ágiles como Scrum a grandes proyectos. 

Por otra parte, SAFe y Scrum comparten roles muy concretos para cada miembro del equipo. Sin embargo, los nombres y responsabilidades no son iguales en todos los casos. En SAFe, al estar destino a proyectos más grandes, aparecen nuevos perfiles para manejar todos los artefactos, como RTE (Release Train Engineer), Products Managements, o System Architect, que gestionan el buen funcionamiento de los ART (Agile Release Train). 

Incluso, podemos encontrar perfiles con mayor responsabilidad en algunos casos, para gestionar las épicas y el portfolio empresarial.  

La principal diferencia entre SAFe y Scrum es la escala de implementación. Scrum está centrado en equipos individuales o en pequeños equipos para proyectos pequeños o no muy complejos. SAFe, por su parte, es un marco de trabajo que permite llevar a cabo prácticas ágiles a través de múltiples equipos o, incluso, en toda la organización.  

También hay diferencias en la estructura. Scrum es una metodología más simple y flexible, con menos roles y artefactos y centrado en la gestión de trabajo del equipo. Sin embargo, SAFe, por su propia naturaleza, requiere una mayor complejidad en la estructura, con múltiples niveles de estrategia y ejecución 

Esto se ve claramente en la propia gestión, con SAFe incluyendo roles adicionales para la coordinación entre equipos y la alineación estratégica entre ellos. 

Por otra parte, en el apartado de planificación no hablamos solo de sprints como en Scrum, sino que es mucho más rigurosa, con planificaciones conjuntas que involucran a todos los equipos en el Agile Release Train (ART). Esta planificación del Program Increment (PI), tiene una duración de dos días e involucra a todos los perfiles que intervienen en el ART, desde el Product Manager o System Architect hasta cualquier otro miembro de los equipos. 

Gracias a ellas, se alinean a todos los equipos con el objetivo y visión común y se resuelven dependencias o decisiones pendientes para que los equipos puedan ser autónomos a la hora de trabajar.  

Por último, en lo referente a la adaptabilidad, Scrum se centra en ofrecer flexibilidad al equipo, mientras que SAFe está más centrado en gestionar cambios a gran escala a través de un marco más estructurado.  

Principios SAFe 

SAFe está centrado en 9 principios. Vamos a verlos de manera resumida: 

  1. Visión económica

Todos los miembros de los equipos deben conocer el objetivo del cliente, también a nivel económico, siendo conscientes de los costes que suponen los retrasos y los beneficios de entregar a tiempo. 

  1. Aplicar el pensamiento sistémico

Todos los miembros de los equipos comprenden la totalidad del proyecto y están comprometidos con él. No se trabaja con una sola parte de forma separada, sino que tienen en cuenta el objetivo final, siendo conscientes de la interdependencia entre todos. 

  1. Asumir la variabilidad

Los miembros de los equipos asumen que hay caminos diversos para lograr el objetivo, por lo que se trabaja en diferentes opciones para poder obtener datos empíricos que ayuden a tomar las mejores decisiones.  

  1. Construir ciclos de aprendizaje rápidos

Los equipos de trabajo irán trabajando en las soluciones o productos de forma incremental, entregando valor en cada fase o sprint.  

  1. Establecer hitos para evaluar el trabajo

Siguiendo los principios del desarrollo Lean Agile, se definen puntos de integración o hitos periódicos en los que se evaluará el producto hasta ese momento, para poder descubrir desviaciones y actuar a tiempo. 

  1. Visualizar y limitar el trabajo en curso

Las tareas en curso o Work In Progress (WIIP) se desglosan en tareas más pequeñas, de manera que se agilice el trabajo y se reduzcan los tiempos de espera. 

  1. Aplicar la cadencia

Los diferentes equipos de trabajo sincronizarán el desarrollo manteniendo la transparencia y la confianza entre los diferentes miembros de los equipos.  

  1. Impulsar la motivación de los miembros del equipo

Los miembros de los equipos cuentan con un propósito y una visión completa de los proyectos de la compañía, para así tener una mayor motivación y escapar del modelo de liderazgo clásico de mando y control. 

  1. Descentralizar la toma de decisiones

Los responsables de los equipos tendrán autoridad para la toma de decisiones estratégicas, pero en las decisiones del día a día serán los equipos quienes las propondrán y asumirán. 

  1. Organizar en torno al valor

Por último, en SAFe lo más importante es entregar valor al cliente, motivo por la que los equipos se organizan a sí mismos para evitar ineficiencias, controlando el flujo de valor del producto, desde su definición a su entrega al cliente.  

¿Cómo aplicar SAFe en el trabajo? 

La metodología SAFe solo puede funcionar si se implementa desde las capas más altas de la organización. Al ser un marco complejo que afecta a todos los equipos de trabajo, es necesario que la adopción del mismo esté alineada con la visión estratégica de la empresa y apoyada a nivel ejecutivo. 

De hecho, el primer paso para adpotar SAFe es la formación y sensibilización sobre los principios y prácticas ágiles, desde los líderes y gerentes a los empleados rasos. Para ello, los talleres y cursos de capacitación pueden ser clave. 

A continuación, hay que identificar y configurar los llamados ARTs o Agile Relase Trains, que son los grupos de equipos que trabajan de manera sincronizada. Dentro de estos grupos hay roles como el Relase Train Engineer (RTE) o los Products Managers. 

Otro componente crucial es la planificación a través de PIs o Program Increment, donde se definen objetivos y se alinea el trabajo para un periodo que abarca generalmente de 8 a 12 semanas. Como comentamos anteriormente, este proceso de dos días permite a los equipos resolver dependencias y trabajar de forma autónoma.  

Hay que tener en cuenta que, dependiendo del tipo de empresa, pública o privada, o de la intensidad de la aplicación del proceso, hay soluciones diversas que se adaptan a cada caso. 

¿Cómo certificarse en SAFe? 

¿Es necesario certificarse en SAFe para trabajar con esta metodología? La verdad es que no es imprescindible, aunque es importante conocer Scrum y sus fundamentos. Hay diferentes fórmulas para certificarse, con títulos oficiales, en diferentes escuelas de formación.  

A la hora de certificar, lo más recomendable es dar prioridad a los distintos perfiles dependiendo de las necesidades de tu trabajo. Siempre va a ser interesante que los puestos más importantes estén certificados, aunque también se pueden hacer talleres de formación en la propia empresa para que todo el mundo vaya al mismo ritmo. 

En definitiva, SAFe es una buena solución para organizaciones que quieren ganar en agilidad en proyectos de gran escala. Se trata de una solución que debe adoptarse de arriba hacia abajo y permear a todos los departamentos con un enfoque holístico que permite una gran coordinación y una entrega de valor más rápida y eficiente. 

SAFe permite a las empresas mantenerse competitivas y responder de forma proactiva a cambios del mercado, necesidades del cliente o descubrimientos internos dentro del propio proceso de desarrollo. Al final, puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de un proyecto. 

Eugenio Holgado 

Project Manager